Ya desde el siglo XX fantaseábamos con la idea de crear autos voladores, al mejor estilo de "Los Supersónicos" o de películas como “Volver al Futuro”. La realidad es que el futuro que imaginábamos llegó y la forma de trasladarnos ha cambiado: en poco tiempo, viajar en autos que se manejan solos o que se desplacen por el aire será una realidad de la vida cotidiana.
La industria automotriz ha atravesado por grandes transformaciones desde su invención, siempre moviéndose al ritmo de la tecnología y produciendo un impacto en la sociedad. El primer vehículo motorizado con motor de gasolina hizo su flamante aparición en 1885 gracias al ingeniero alemán Karl Benz. La población lo recibió con recelo: en un comienzo, el llamado "Motorwagen" generó temor y fue considerado un juguete para ricos. Sin embargo, la demanda se expandió al mundo entero cuando en 1908 Henry Ford empezó a producir automóviles de bajo costo en cadena para que millones de personas pudieran movilizarse.
Desde entonces, los cambios y mejoras de la industria automotriz a nivel mundial no se han detenido. Y ya no existe miedo, sino una gran expectativa por subirnos a vehículos autónomos o que se puedan elevar por los aires.
El paseo compartido, la conducción autónoma y la electrificación de los vehículos son las tres tendencias que convergen y buscan disminuir el costo del transporte, bajar el porcentaje de accidentes y, por supuesto, descontaminar y descongestionar las ciudades.
Ante este escenario, la industria automotriz de países más avanzados está cambiando el foco de un usuario comprador de vehículos hacia uno que prefiere pagar un monto mensual para hacer uso de un transporte dependiendo de sus necesidades.
En 1973 ya se había hecho el primer intento por crear un auto volador: el AVE Mizar, un cruce entre un Ford Pinto y un Cessna Skymaster, se convirtió en el primer automóvil capaz de alcanzar el vuelo. Una aventura que se convirtió en tragedia, ya que a los pocos minutos de ascender, los pilotos perdieron el control y murieron.
Casi 5 décadas después, el sueño de pilotar un auto en los aires es una realidad.
El presidente de General Motors, Dan Ammann, declaró que en los próximos cinco años la industria automotriz experimentará más cambios que los que hemos visto en los últimos 50 años. Y ya lo estamos observando con la aparición de vehículos autónomos, drones para humanos e, incluso, autos voladores que faciliten la forma en que nos movemos por las ciudades.
La compañía china Ehang 184 es una de las muchas que compite por lanzar al mercado sus diferentes versiones de taxis aéreos controlados por computadora. Aunque se presenta como un drone, el Ehang 184 es un helicóptero pequeño, diseñado para llevar humanos. Es completamente eléctrico y tiene cuatro hélices.
En tanto, la compañía alemana Volocopter ya está creando una infraestructura para pilotear taxis aéreos que se integren al transporte público, la que sería finalizada en los próximos diez años. Sus aeronaves funcionan con energía eléctrica y tecnología de drones, y pueden llevar a dos personas hasta una distancia de hasta 27 kilómetros, al menos de manera inicial. Puede volar de forma autónoma, pero también puede ser operado con un joystick y sistemas de soporte.
El Flyer de Kitty Hawk es un híbrido entre avión y drone, creado por el cofundador de Google, Larry Page. A diferencia de Volocopter y Ehang 184, está diseñado para ser usado por un individuo. Tiene un motor eléctrico con baterías polímero de iones de litio e incluye un innovador software que utiliza datos de sensores que permiten volar de forma intuitiva y fácil, sin licencia de piloto.
Los autos voladores de Kitty Hawk ya se pueden reservar, aunque los precios aún no han sido revelados.
El modelo PAL-V Liberty también se encuentra a la venta en su página web. Parece ser el híbrido perfecto entre auto y aeronave, ya que ofrece la posibilidad de conducir en carretera y despegar cuando nos parezca necesario. De fabricación holandesa, este modelo espera comenzar la entrega de sus primeras unidades en 2019.
En cuanto a los vehículos que no requieren conductor, aún no existe un desarrollo de tecnología de conducción autónoma absoluta que nos permita dormir o leer mientras nos dirigimos a destino. Según la SAE (Society of Automotive Engineers), existen seis niveles para determinar el nivel de conducción autónoma de un auto, desde el 0 al 5.
Marcas como Audi, Volvo, Mercedes-Benz, Seat y Volkswagen cuentan con sistemas con el nivel 2 de conducción autónoma: vehículos que cuentan con estacionamiento asistido, un piloto automático temporal para autopistas y un asistente para atascos de tráfico que funciona solo por debajo de los 60 o 65 Km/h. El conductor sigue siendo necesario.
El Model S de Tesla, equipado con el sistema AutoPilot 2.0, ya se aproxima al nivel 3, pero solo en los niveles 4 y 5 el conductor es completamente imprescindible. Y aunque los autos de nivel 4 ya están circulando hace algún tiempo en modo de prueba, aún tendremos que esperar algunos años para movernos en el transporte del futuro que no nos necesite al volante.