El uso de las redes sociales ha ido incrementándose a pasos agigantados en los últimos años y que hoy es casi imposible imaginarse un mundo sin ellas. Tal como su nombre lo indica, son redes donde sus usuarios socializan: las utilizan para descubrir nuevas amistades, encontrar potenciales parejas, compartir fotografías, pero también para buscar información a solo un clic. Y donde está la audiencia, deben estar las marcas.
Desde la llegada de Internet, el público ha modificado su comportamiento y la búsqueda de soluciones a sus necesidades. Esto ha cambiado la forma en que las empresas interactúan con sus clientes a través de aplicaciones como Facebook, Twitter e Instagram, las que permiten una comunicación mucho más rápida y directa con la audiencia. También facilitan la ejecución de estrategias de publicidad o marketing a un costo mucho menor que en canales tradicionales, como por ejemplo televisión y radio.
Si bien Facebook o Instagram son algunas de las redes sociales más populares del momento, éstas no fueron las primeras. El fenómeno empezó a crecer en la década de los 90s cuando Internet se hizo accesible para el consumo de masas. Y a medida que Internet tuvo mayor llegada y aumentó su velocidad de conexión, los sistemas de chat y programas de mensajería empezaron a prevalecer con sistemas como ICQ y Napster, abriendo las posibilidades de la información y del tipo de archivos que se podían intercambiar.
Muchas de las características de las redes sociales actuales más populares se basaron en sitios como Six Degrees, creada en 1996 bajo la premisa de que todos estamos conectados por seis grados de separación. La idea de entablar amistad con desconocidos de otras ciudades o, incluso, de otros continentes, se volvió la nueva sensación y nacieron más redes como Friendster y MySpace.
La segunda era de las redes sociales digitales se desarrollaría aún más con la aparición del primer iPhone, en 2007.
Facebook se originó en 2004 en Harvard como un directorio de estudiantes en línea. En tan sólo cuatro años se convirtió en la red social más popular, cambiando para siempre la forma en que los cibernautas interactúan entre sí, perdiendo el miedo a compartir información sobre su vida privada. A comienzos del 2018, Facebook registraba 2.130 millones de usuarios únicos.
Dos años después nació Twitter. La red de microblogging fue pionera al integrar los hashtags a su ecosistema, dándole un espacio a quienes deseaban ser escuchados y formar parte de una conversación global. A fines de 2017 su audiencia llegó a los 328 millones de usuarios. Y a pesar de que en los últimos años su crecimiento ha sido moderado, es la red social por excelencia cuando de tendencias y noticias se trata.
Instagram, la red social que definió a la generación millenial, fue lanzada en 2010. Hoy incluye hashtags, filtros para fotos y videos, y ya está cerca de los mil millones de usuarios activos al mes. En 2016 integraron las Stories, tomados de Snapchat, la red social que introdujo la cultura de lo efímero con la posibilidad de subir contenido que desapareciera después de ser vistos.
En 2018, la red de las fotos dio el gran salto con IGTV, una sección para subir videos de hasta una hora de duración, lo que se suma a las estrategias de Instagram para competir con Youtube.
Youtube nació en 2005 como una idea de unos amigos que deseaban compartir videos entre sí, pero creían que hacerlo vía correo electrónico era un tanto engorroso. Hoy la red social de videos se puede usar en más de 70 idiomas, es el segundo buscador más grande del mundo y está dentro de los sitios web más visitados junto a Google y Facebook.
La aparición de redes como Facebook e Instagram han cambiado la forma en que las marcas interactúan con el mundo y con sus clientes. Las redes sociales no sólo le posibilitan a las empresas tener una presencia online, sino también pueden servir de vehículo para llegar a potenciales clientes.
Además de ser una forma de comunicación más rápida y directa, las redes sociales permiten:
Redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter permiten hacer un marketing segmentado según ubicación, edad e intereses de sus usuarios, posibilitando que las campañas digitales y las acciones de marketing lleguen a quienes queramos llegar, a nuestra audiencia objetivo.
Hoy las empresas han entendido el valor de estos nuevos canales de comunicación. Ir de la mano de los constantes cambios y tendencias de las redes sociales es crucial para la estrategia digital de cualquier marca. Y no basta con eso: también es fundamental decidir qué decir y a quién, y definir cuál es la red social más adecuada según el mensaje que queramos entregar.
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